Fiorentina superó hoy a Viktoria Plzen por 2-0 en tiempo suplementario, tras igualar sin goles en los 90' repitiendo el resultado del duelo de ida, y avanzó a las semifinales de la Conference League (de la cual fue finalista en la pasada edición) junto con West Ham, que se impuso 4-3 en definición por penales frente al Lille al caer por 2-1 como visitante tras haberlo derrotado por el mismo marcador como local.
En el triunfo del equipo italiano resultó clave el argentino Nicolás González, autor del primer gol del partido a los 2' del primer tiempo suplementario, en tanto que Cristiano Biraghi sentenció el pleito a los 3' del segundo período de la prórroga en el estadio Artemio Franchi, frente a unos 20 mil espectadores.
González, reemplazado poco después de abrir el marcador y titular en el equipo de Vincenzo Italiano al igual que su compatriota Lucas Beltrán (que dejó la cancha a los 75', en tanto que Lucas Martínez Quarta ingresó en el inicio del tiempo suplementario), se quedó afuera a último momento y debido a una lesión del Mundial de Qatar 2022 que consagró campeona a Argentina.
Fue tras derrotar por penales a Francia en la final con una gran actuación del arquero Emiliano Martínez, quien hoy volvió a lucirse en la definición desde los 12 pasos que le dio el pasaje al West Ham a las semifinales de la Conference League frente al Lille, partido del que hablaremos más adelante.
En Italia cantó victoria Fiorentina, que en la final de la pasada edición cayó frente a otro equipo de la Premier League: Aston Villa, sucesor en el trono de la Roma, a la que el equipo de Florencia intentará emular ahora tras dejar en el camino al equipo checo.
La clasificación de Fiorentina, que hoy contó con los brasileños Dodó y Arthur desde el inicio (fueron reemplazados en el complemento) y tuvo al argentino Gino Infantino en el banco, permitirá que Italia cuente con cinco representantes en la Champions League gracias al sistema de clasificación basado en el ranking de la UEFA.
Si bien debió esperar al tiempo suplementario, la victoria del equipo de Italiano no admite discusiones y resultó merecida, aunque sufrida desde antes de ponerse en marcha el partido, cuando perdió a Giacomo Bonaventura por una dolencia en el tobillo de último momento, y al angoleño M'Bala Nzola por cuestiones personales.
Un buen primer tiempo jugó Fiorentina, generando al menos cuatro situaciones claras como para ponerse en ventaja, pero fallando en la puntada final o por intervenciones del arquero Martin Jedlicka, quien le dejó atragantado el grito a Andrea Belotti apenas iniciado el partido y luego volvió a lucirse mano a mano con el marfileño Christian Kouamé, a quien después frustraría nuevamente.
Fue con una gran tapada en la que Belotti tomó el rebote y estrelló su remate en el poste, en una de las últimas de ese capítulo que se cerró con un remate desviado de González frente al arco, aunque el argentino luego tendría revancha.
En el complemento, Fiorentina siguió buscando el gol ante un rival que sufrió la expulsión del brasileño Cadu por una falta contra su compatriota Dodó que el español Jesús Gil Manzano sancionó con tarjeta amarilla, que se tiñó de rojo después de ser advertido por el VAR.
El hombre de menos obligó al visitante a replegarse y al equipo italiano a buscar con mayor insistencia ante un Jedlicka que volvió a aparecer en escena para mantener en partido a los suyos y llevar el partido a la prórroga, en la que se luciría una vez más ante un remate del ingresado Martínez Quarta.
Pero nada pudo hacer ante el remate del también argentino González que desató el grito contenido del público en el Artemio Franchi, que a punto estuvo de volver a celebrar con un cabezazo de Martínez Quarta en el poste y lo haría en el segundo capítulo del suplementario con el gol de Biraghi en un contragolpe letal que sentenció el pleito y la llave.
Fiorentina chocará en semifinales con Brujas, que tras haber ganado por 1-0 de local el partido de ida se impuso hoy por 2-0 en la revancha como visitante frente al PAOK Salónica gracias a un doblete del español Ferran Jutglá, a los 37 y 45'.
Mejor suerte tuvo el también griego Olympiakos, que por primera vez en la historia avanzaron a semifinales del torneo al superar por 3-2 en definición por penales al turco Fenerbahce, que había caído por 3-2 como visitante en la ida en tiempo reglamentario y hoy se impuso por 1-0 como local con gol de  
Irfan Kahveci a los 11'.
El resultado no se modificó en la prórroga y desde los 12 pasos el visitante, que contó con los argentinos Santiago Hezze y Francisco Ortega, fue más efectivo al convertir tres de sus cinco remates (uno de los cuales lo malogró el brasileño Rodinei) que el equipo turco, que sólo acertó dos (el primero lo falló el italiano Leonardo Bonucci).
Olympiakos será rival del Aston Villa, equipo sensación de la Premier League que venía de ganarle al Arsenal en ese torneo, y también se instaló en la antesala de la definición en la Conference League de la mano del "Dibu" Martínez, quien volvió a amargar en una serie de penales al público francés, como en la final mundialista.
El arquero del combinado "albiceleste" que defenderá la corona de la Copa América este año en Estados Unidos se lució esta noche frente al Lille al atajar el primer remate, de Benjamin André, y el último de la serie, de Nabil Bengaleb, disimulando el que falló su compañero Leon Bailey.
André había convertido a los 67' el segundo gol del equipo galo entrenado por el portugués Paulo Fonseca, que ganaba desde los 15' con otro del turco Yusuf Yazici, pero el polaco Matty Cash (que no falló tampoco en los penales) convirtió a los 87' el gol del descuento para los "Villanos" del español Unai Emery y forzó la prórroga también en este duelo.
El resultado no se modificó y fue necesario definir la serie desde los 12 pasos, instancia en la que Martínez lució en todo su esplendor a pesar de los insultos de un público francés en el estadio Pierre-Mauroy que seguramente sigue dolido por su consagratoria actuación en la final de Qatar frente a la selección de Didier Deschamps.
Fiel a su estilo, el "Dibu" se agrandó el rodeo ajeno ante la adversidad, mandó a callar al público con su gesto, discutió con el árbitro eslovaco Ivan Kruzliak y volvió a celebrar con su ya conocido "bailecito" después de adivinarle la intención al capitán del Lille en el último penal de la serie para darle el pasaje a su equipo. (ANSA)

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