"Para eliminar a un rival como Milan hay que hacer un gran partido", resumió Daniele De Rossi, técnico de una Roma que repitió triunfo frente al "rossonero" en el Olímpico, tras derrotarlo en el duelo de ida en San Siro, y avanzó a semifinales de la Europa League.
"Hoy necesitábamos jugar con el corazón en un partido en el que desde los 30 minutos lo hicimos con diez jugadores", resumió el entrenador "giallorosso" tras la victoria por 2-1 en un duelo en el que la temprana expulsión del turco Mehmet Zeki Celik parecía complicar ese objetivo.
Los goles que habían convertido Gianluca Mancini (que había marcado el del triunfo en Milán y también en el clásico con Lazio) y el argentino Paulo Dybala, le dieron cierto margen de tranquilidad a la Roma, que aguantó bien con un hombre menos y sólo sufrió el descuento sobre el final, tras el de Matteo Gabbia a los 85'.
No fue suficiente para torcer la historia y Roma se instaló en la antesala de la definición, donde lo espera un Bayer Leverkusen que acaba de consagrarse campeón de la Bundesliga por primera vez en la historia y que hoy eliminó al West Ham, con el que igualó en la revancha del duelo que ganó como local.
Roma, en cambio, sumó dos triunfos en pocos días ante Milan, tras jugar "un partido inteligente" a decir de un De Rossi que se dijo "orgulloso de entrenar a un plantel como este porque no era fácil dejar atrás a un rival así sin sufrir demasiado".
De Rossi, confirmado en el cargo para la próxima temporada antes de disputarse el partido, consideró que "el nivel actual del fútbol italiano (que el próximo año contará con cinco representantes en la Champions en lugar de cuatro, Ndr) se elevó y hace acordar a los tiempos en los que la Serie A era la Liga más fuerte de todas".
"Hoy, las otras también mejoraron mucho su nivel, pero no podemos estar pensando siempre que el césped del vecino es más verde que el nuestro", consideró.
Su colega Stefano Pioli reconoció que "Roma avanzó a semifinales merecidamente", aún cuando admitió que Milan vuelve a casa "con mucha tristeza" tras una llave en la que "nos faltó un poco de todo, pero por sobre todo determinación para remontar la ventaja del rival".
"Sé que podemos jugar mejor y pudimos haber salido mejor parados de esta serie", completó el entrenador de Milan que, para muchos, se juega parte de su futuro el próximo lunes cuando su equipo enfrente a un Inter que se encamina rumbo al "scudetto" en el "Derby della Madonnina".
Feliz lucía Gian Piero Gasperini, técnico de un Atalanta que celebró incluso en la derrota, pues el traspié en Bergamo por 1-0 frente a Liverpool no bastó para sentenciar su suerte gracias a la goleada histórica lograda en Anfield la semana pasada en el duelo de ida.
"El premio mayor", destacó el DT, fue "la actitud del equipo en el entretiempo, cuando le pregunté a los jugadores si necesitaban administrar energías y me dijeron que no, que saldrían a buscar el empate. Ese es mi gran triunfo, el triunfo de mi trabajo", destacó al aludir al gol con el cual el egipcio Mohamed Salah puso en ventaja de penal y a los 7' a los "Reds" del alemán Juergen Klopp.
"Siempre jugamos pensando en el arco rival, aún exponiéndonos a su velocidad y a su técnica", explicó al aclarar que "hay modos y modos de defenderse y nosotros lo hicimos presionando al adversario".
Gasperini destacó también la lealtad deportiva de un Atalanta que "en Anfield no intentó especular, engañar al árbitro o al adversario, sino que enfrentó a un grandísimo rival con las armas del fútbol, con las armas del deporte".
"Hoy, el penal en contra a poco de comenzado el partido pudo haber complicado nuestros planes, pero nos atuvimos al libreto y jugamos en equipo, siendo compactos", graficó al comentar que "antes de ser grandes jugadores, los míos son personas en las cuales puedo confiar y lo demostraron en estos dos partidos".
"Por eso siento que esta es la derrota más linda de mi carrera", completó al agradecer el aliento del público y explicar que ahora se concentrará en el campeonato (el domingo frente a Monza) y en la revancha por las semifinales de la Copa Italia del miércoles frente a Fiorentina, que se impuso por 1-0 en Florencia en el partido de ida.
Antes de despedirse, Gasperini recordó que cuando se sortearon los cruces de cuartos de final de la Europa League "dije que ojalá nos tocase Liverpool, pero era sólo una broma".
Decepcionado, pero no frustrado se dijo Klopp, quien también reconoció con caballerosidad que "Atalanta mereció avanzar a semifinales" al destacar que "quedamos eliminados no por lo que hicimos hoy, sino por lo que hicimos en casa".
Consultado sobre qué fue lo que le faltó a Liverpool para cambiar el rumbo de la llave, el alemán explicó: "Creo que un gol más, que posiblemente hubiera desestabilizado al adversario, pero no pudimos convertirlo".
"Ahora debemos enfocarnos en el campeonato y prepararnos para un partido fundamental en Londres frente al Fulham", agregó al aludir a otra dura derrota que Liverpool sufrió como local en la fecha anterior de la Premier League por 1-0 frente al Crystal Palace y que le impidió alcanzar la cima de la tabla.
"Esta victoria, aunque no sirvió, es un buen punto de partida", consideró Klopp al explicar que el cansancio le pasó factura a sus jugadores, que "no lograron mantener el mismo ritmo a lo largo de todo el partido, salvo (el argentino Alexis) Mac Allister, que estuvo tremendo" en ese sentido.
Sobre el momento de Salah, explicó que "son cosas típicas que le suceden a los delanteros. Marcó un gran gol de penal y no tuvo suerte en la siguiente ocasión que generó. En líneas generales, nos faltó lucidez y algo más de intensidad", resumió.
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